martes, 25 de marzo de 2008

Oro Virgen, oro. Una alternativa

Llega el momento de volcar mis reflexiones en torno al mercado de un producto tan querido para mí, por paisano mío, como es el del aceite de oliva. Habrá quien no esté interesado en el tema, valga aseverar que lo que del mercado del aceite se exponga, puede extenderse a otros productos agroalimentarios, base de las economías de una gran parte de la población de nuestro país.

El mercado actual del aceite de oliva se compone de operadores muy definidos:

En primer lugar el agricultor, poseedor normalmente del olivo, al cual cuida personalmente así como recolecta la aceituna llegado el momento. Cada agricultor necesita incurrir en unos costes mínimos para realizar la recolección. Estos costes normalmente no se encuentran al 100% de su productividad, por lo que quedan ociosos.

La almazara moltura las olivas, calcula el rendimiento de las olivas de cada agricultor en aceite, y por lo tanto el porcentaje del aceite molturado en esa campaña que le corresponde a cada uno. Si la almazara es cooperativa, ésta compra a sus socios las aceitunas a un precio estimado más el importe correspondiente a la subvención para el agricultor, que sumados los restantes costes de molturación y distribución, habrá de ser, al menos, igual al importe de ingresos por venta de aceite, aunque en la mayoría de los casos será menor, por lo que se hará una liquidación final una vez finalizada la campaña.

Los CP que suelen ser los de molturación de la aceituna, son eminentemente fijos, mientras que los costes de recolección suelen ser eminentemente variables.

La envasadora (cooperativa, sociedad, cooperativa de segundo grado…) es la encargada de la elaboración del producto “aceite de oliva” y de su venta. Los socios piden a ésta que les liquide al máximo precio posible, en este momento los socios tiene como referencia el precio de liquidación de cooperativas colindantes y con sociedades limitadas.

Al fin. El aceite así obtenido es de extrema calidad, virgen extra o virgen. El aceite lampante se envía a las refinadoras y se cobra, así como el alperujo, que se vende a las plantas de cogeneración como biocombustible.

Las envasadoras, en este mercado son tomadores de precio. No disponen de una estructura comercial desarrollada, no disponen de estrategias de mercado ni de departamentos de análisis de rentabilidades. Por lo tanto, no dudarán en vender su aceite a las fábricas para que éstas lo comercialicen. O bien utilizarán diversos medios a su disposición para poner su aceite a la venta. Estos medios (corredores, MAFAO, el Trujal) tienden a unificar los distintos tipos de aceite, pues actúan de intermediadores entre el consumidor y el productor. La diferenciación por calidad o diseño queda prácticamente eliminada. En este momento de la cadena de valor, la envasadora pierde su nombre, su denominación de origen, e incluso el aceite corre el riesgo de perder calidad si se mezcla con otros.

Al fin, el aceite es vendido a precio medio de mercado, y cada agricultor recibe lo que le corresponde conforme al rendimiento de su aceituna una vez deducidos los costes de producción, envasado y comercialización.


Por lo tanto llegamos a las siguientes conclusiones:

- Sin la posibilidad de controlar y optimizar los costes iniciales de recolección, es imposible el cálculo del margen que obtenemos en la comercialización del aceite.
- Los costes iniciales de recolección varían para cada agricultor, y en su mayoría son de naturaleza variables (laborales, maquinaria, abonos, fertilizantes y pesticidas) pero al estar utilizados muy por debajo de su umbral de rentabilidad, quedan como costes fijos, por lo que la recolección individual de aceituna es de por si ineficiente.
- Dentro de estos costes iniciales tenemos el sistema actual de paro agrario y subvenciones al olivar, que por un lado desincentivan la productividad, y por otro generan una situación de exceso de costes laborales imposibilitando su uso para otras actividades.
- La poca especialización por gran parte del sector en la gestión comercial del aceite de oliva (oferta comercial, políticas de ventas, comercio exterior), provocan una igualación del aceite de oliva que perjudica a aquellos de mejor calidad.
- Una diferenciación clara del aceite conlleva la posibilidad de ampliar el margen en precios, y por lo tanto, el beneficio. Este hecho impulsaría al sector hacia la competencia en productos diferenciados (aceites ecológicos, diseño de envases, funcionalidad, productos derivados del aceite y por supuesto: calidad), y por lo tanto ampliaría la oferta, y el desarrollo tecnológico del sector.

Estos puntos cardinales para el mercado del aceite de oliva se logran gracias a la gestión unificada del producto en toda la cadena de valor. Cuanto menos desmembrada esté la cadena de valor, cuanto más centralizado esté el proceso, desde la reecolección hasta la puesta en el mercado, mejor se gestionará:

La optimización de los costes
La oferta comercial (gestión de rentabilidad)

El actual escenario es susceptible de ser modificado, con la profesionalización de las SCA. Las Cooperativas han de funcionar como una sociedad privada, y por lo tanto, y como deber hacia los socios agricultores, buscar la consecución de la máxima rentabilidad al mínimo coste.

Parece tópico, pero todo empieza en el campo. Lugar donde se pierde la mayor parte de la rentabilidad de la cadena de valor. La gestión de la recolección por parte de la propia cooperativa lograría optimizar lo recursos disponibles. La política de diferenciación del producto por parte de una cooperativa, o sociedad, será siempre fuente de márgenes por encima del precio de mercado del producto.

Gestión unificada y diferenciación: Claves para el desarrollo del olivar.

domingo, 16 de marzo de 2008

Tres ideas actuales

Nos encontramos actualmente en un momento realmente "preocupante" debido a la sensación generalizada de inestabilidad económica de nuestro país y a nivel mundial.

No hace falta volver a enumerar los campos "críticos", por lo que limitarse a proporcionar algunas luces puede ser suficiente. Mi visión es absolutamente positiva.

La energía, producto del cual dependemos todos, se encuentra en entre continuar su andadura privada, o entrar a formar parte de aquellos productos de intervención directa de un gobierno, y por lo tanto, susceptibles de deshacer definitivamente el proyecto de liberalización del sector energético en el que nos encontrábamos. La contrucción y el desarrollo inmobiliario nos preocupan por la falta de liquidez del mercado. Falta de liquidez en la cual hemos decidido irrumpir inyectando fondos públicos.

¿Qué más? Mucho más. Pero tenemos las herramientas necesarias para paliar "la crisis":

En primer lugar, y volviendo a la operación Iberdrola y EDF, hace unos días lancé una pregunta a una persona con conocimiento de la situación: "En cualquier caso, ¿cual es el futuro?". "Mientras que la energía, como las telecomunicaciones, esté basada en una red de distribución, nos encontraremos ante la imposibilidad de liberalizar el mercado.

El modelo propuesto se basa en la eficiencia económica. En primer lugar los bienes de necesidad universal son susceptibles de regulación a nivel de precios, y de suministro. A nivel de suministro el estado (los ciudadanos) habrán de adquirir toda la red de infraestructuras, dejando la comercialización de la energía a la libre competencia, bajo ciertas normas relativas a las tarifas que aseguren un suministro universal.

En este caso, las telecomunicaciones, la energía, el gas etc... alcanzarían la tan ansiada eficiencia económica.

En segundo lugar, el modelo propuesto, que por supuesto no es nuevo, se basa en que el único capital en el que se ha de invertir para alcanzar una economía eficiente es el capital humano. Cualquier inversión por parte de los ciudadanos en educación, en formación, en capital humano, irá en pro del desarrollo de la economía de una forma eficiente.

Chamberlin, con su teoría de la competencia monopolística, nos enseñó que los productos, por su diferenciación, son monopolísticos a CP y competitivos a LP. Sólo la capacidad continua de innovación hacen que estos productos se diferencien de nuevo en el CP y así ofrecer a los ciudadanos un rango de productos y servicios diferentes e innovadores. La innovación es la tabla de salvación de la economía. Y por lo tanto llegamos a la misma conclusión: la inversión en capital humano es del todo económicamente eficiente.

Y por último. Por favor, abramos nuestras puertas, y ofrezcamos nuestros activos no realizables a corto plazo, pero realizables a largo y con alta rentabilidad, a aquellos inversores que actualmente gozan de superávit y quienes desean diversificar su cartera, como nosotros salir de un estado de solvente falta de liquidez. Así no habrá estallido de ninguna burbuja si sabemos realizar bien la permuta de activos. Ya se habla del interés de los fondos soberanos de países incluso emergentes, en el mercado inmobiliario español, E Arabes, Rusia, los países Bálticos, etc... nos pueden dar la liquidez necesaria (participacion en sus sociedades) a cambio del lastre actual que no nos deja maniobrar.

En resumen, pues han sido muchas ideas:

1 Productos y servicios universales: Suministro en propiedad del estado y precios regulados.
2 Inversión en capital humano: por parte del estado en educación e investigación, por parte de las empresas en I + D + I, para lograr la necesaria eficiencia en un economía como la nuestra.
3 Permutas de solvencia por liquidez.

Basta por hoy.

jueves, 13 de marzo de 2008

Inagotable, este tema es inagotable

Leo hoy en The Economist un artículo acerca de los progresos que se están dando en torno a la búsqueda de energías sustitutivas del petróleo para suministro de los automóviles.

El artículo hace un repaso bastante exhaustivo desde la primera pila recargable desarrollada en 1859 por el físico francés Gaston Planté, hasta la batería de iones de litio que hoy es base para lograr la “piedra filosofal de la energía”.

Ahí no queda el asunto. Más de un lector ha comentado que el semanario deja a un lado otros tipos de baterías desarrollados o en desarrollo, quizá más eficientes que la batería de litio.

En comparación con el desarrollo exponencial experimentado desde los primeros chips informáticos, la investigación en baterías no ha tenido el mismo éxito. Ahora, ante la situación energética presente, proliferan las empresas dedicadas a este campo de investigación.

El artículo me parece interesante en tanto que refleja lo que venimos aseverando hasta el momento: la revolución tecnológica sigue su camino imparable, ahora impulsada por la llamada “green revolution”. Llevada a cabo, por supuesto, por aquellas economías que no dependen de productos primarios.

Es cuestión de tiempo, y de poco tiempo, que se desarrolle la manera apropiada de sustituir la situación actual de dependencia absoluta del barril de petróleo. Y más tarde, será cuestión de tiempo el desarrollo de una tecnología más eficiente que la propia energía (tan dependiente hoy en día de la ley de la demanda), de un motor menos contaminante y más potente, no sólo del automóvil, sino de la economía en particular.

La lectura de este artículo me lleva de nuevo a respetar realmente la mente humana.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Ellos hacen como si nos pagan...

Hace unos años tuve la oportunidad de visitar la cárcel museo de la KGB en Vilnius, Lituania. Uno de los antiguos prisioneros nos enseñó los distintos espacios mientras explicaba con todo lujo de detalles el funcionamiento de la misma. No es cuestión a tratar ahora en esta experiencia. Lo dejamos para otro momento.

El guía hizo un comentario mientras nos enseñaba los listados de campesinos que eran deportados a los Gulags por expreso decreto de Stalin

- "Ellos hacían como si nos pagaban, y nosotros... hacíamos como si trabajabamos".

Sin ánimo de entrar en ulteriores reflexiones acerca de aquella tragedia, sí creo necesario recalcar que la decisión de deportar campesinos a los Gulags obedecía a una de las leyes económicas más aceptadas. La de la productividad marginal del trabajo, la cual disminuye a partir de un número determinado de trabajadores, si éstos se dedican a la producción de recursos escasos. La manera más fácil de aumentar la productividad marginal era disminuir el número de trabajadores sobrantes. Esto es, eliminar, del proceso productivo, un cierto número de trabajadores. De las diversas formas, en la USSR se optó por esta.

Aún así, la USSR sabía de la importancia de lo que hoy llamamos I + D + I. La "guerra de las galaxias", no sólo obedecía a una necesidad de controlar al enemigo, sino a la consecución de la producción exponencial por medio del desarrollo tecnológico.

En su libro "El primer círculo", el Nobel Solzhenitsyn describe aquellas "islas paradisíacas" del Gulag (en comparación con los Gulags comunes) a los que el gobierno derivaba a los científicos que reclutaban de los campos de concentración para que trabajaran en proyectos de ingeniería como centrales eléctricas o equipos de telefonía.

Estos centros de trabajo se diferenciaban de los campos de concentración en que la alimentación era abundante, en comparación, y en que la disciplina no era tan estricta. Además de que el trabajo no era corporal y los presos podían relacionarse entre sí en las horas libres. A esa prisión "de lujo", que como uno de los personajes dice al fin de la novela, es en realidad el Primer círculo, el primer círculo del infierno del Dante.

¡El camino era correcto! De hecho todas las economías desarrolladas han apostado por él. Nuestros políticos han intentado estos días autoproclamarse abanderados de la I + D + I. Y es que, al hilo de anteriores reflexiones, los recursos escasos han pasado a ser ya casi parte de una mitología. La tecnología genera tecnología, el saber genera saber, la innovación genera innovación, y el desarrollo genera desarrollo.

El camino era correcto, salvo por el hecho de que esas necesidades primarias que eran "en teoría" satisfechas por el estado, eran fruto de una teoría de la gestión de recursos y de la productividad algo equivocada. Hubiese bastado con establecer órganos reguladores o supervisiores, que se aseguraran de que las necesidades quedaban cubiertas POR PARTE DE LOS CIUDADANOS, y aprovechar todo ese potencial humano que era y es... el hombre para deshacer la teoría de los "disminishing marginal returns to labour" con los "increasing marginal returns to I+D+I from labour".

Realmente, el Primer Círculo del premio Nóbel, entendido como el de la Investigación y el Desarrollo Tecnológico, está generando por sí mismo una verdadera teoría economica que aún está por formular.

Ahora comenzamos con la contabilidad

Tras la elaboración de los modelos pertinentes, el cierre del ejercicio 2007 y ya los departamentos contables más tranquilos…. Nos disponemos a enfrentarnos a lo que hasta ahora o bien no habíamos querido ni oir mención, o nos asomamos de reojo para hacer una estimación prelimar de su impacto en nuestras cuentas: El Nuevo Plan General de Contabilidad y el Plan General de Contabilidad para PYMES aprobado por el gobierno no hace mucho tiempo.

Podría remitirles a cientos de fuentes que ya se están preocupando de dar forma práctica a esta reforma contable, que algunos hemos calificado como el mayor cambio conceptual en contabilidad desde el Plan del 73.

Ahora nos tenemos que poner a realizar los ajustes necesarios en el asiento de apertura de 2008. Ya nos han venido clientes preguntando sobre la necesidad de presentar cuentas anuales comparativas del 2007… y por lo tanto realizar el ajuste en la apertura del 2007 y la “recontabilización”, según los nuevos criterios de registro y valoración, de los elementos de las cuentas anuales. En mi opinión, salvo que así lo requieran los accionistas correspondientes, no conviene retrotraerse a tales cambios, ya que el plan da libertad en este sentido. Sí que habremos de introducir en la Memoria una Nota sobre los “Ajustes derivados de la Transición al Nuevo Plan”. Que en definitiva se limitará a poner las cuentas del 2007 según el Plan Antiguo, el asiento de ajuste realizado sobre la apertura, y nada más.

Importante hacer notar que cualquier ajuste en el asiento de apertura ha de llevarse a una cuenta de reservas, por lo que queda prohibido compensar cuantas de activo y pasivo (272 y 170)

Dependiendo de la cantidad y complejidad de operaciones realizadas por una empresa, el cambio será más o menos drástico.

Los límites para presentar el PGC en su modo Normal, han aumentado considerablemente, por lo que los que no los cumplan (dos años consecutivos exceptuando aquellas que superaban los límites anteriores a 31-12-07) podrán bien acogerse al Plan de Cuentas Abreviado o al Plan de Pymes, cuya principal novedad es la eliminación de complejidades introducidas en el Plan Normal y Abreviado (cuentas 8 y 9) y criterios de valoración más sencillos y acordes con lo que hasta ahora se venía haciendo.

En primer lugar mencionar la contabilización de activos y pasivos financieros a coste amortizado, una forma más homogénea de periodificar los costes de las transacciones mediante la utilización del tipo de interés efectivo. Lo cual, en el caso de aquellas empresas que se acojan al plan de Pymes será mucho más sencillo, al tener la posibilidad de llevar los costes de transacciones de instrumentos financieros a Pérdidas y Ganancias directamente.

En segundo lugar, algunos activos financieros que sufran variaciones en su valor razonable (valor actual o de mercado) reflejarán estas variaciones en el patrimonio neto, mientras no supongan un deterioro real de valor o reversión de este deterioro. Estos son los llamados activos mantenidos para la venta (cartera de acciones o fondos de inversión de empresas que no sean del grupo ni mantenidas para negociar). En el PGC de Pymes sólo se reflejarán los deterioros de valor y se hará en PyG.

Y mucho más… de lo que seguiremos hablando. No duden en visitar el apartado de mi blog dedicado a la contabiliadad en http://www.contabilidad-carazodurban.blogspot.com

Y ánimo a los responsables de la política fiscal de las empresas… pues aunque la reforma pretende ser “fiscalmente neutra”, hay que tener cuidado con los ajustes contables para que de hecho lo sea.

Poco a poco nos acercamos, tímidamente a Europa.

martes, 11 de marzo de 2008

Los Bancos Centrales inyectan dinero... ¿Buenas noticias?

Inyección de liquidez por parte de los Bancos Centrales, a favor de los bancos, para salvar el momento. ¿La teoría? Solución cortoplacista con resultados negativos a largo plazo. Realmente no es una visión pesimista, más bien realista, y en un intento de arrojar luz sobre posibles contraindicaciones de esta medida “médicamente drástica”.

Una inyección de liquidez, sin más, para salvar los muebles a corto plazo, supone, directamente una reducción del precio del dinero… en una situación de inestabilidad (en el sentido de que los precios no han llegado a su nivel “natural”), provocará, vía consumo, el aumento de las presiones inflacionistas y por lo tanto volveremos a estar en la misma situación, aunque peor aún, con los precios aún más inflados, y el endeudamiento aún más inflado.

La política fiscal es el catalizador de la repercusión que pueda tener esta medida. En la línea de pensamiento, de regular de una forma los precios de aquellos servicios y productos así llamados de “interés general”, a la vez que promover la oferta y el desarrollo de aquellos adquiribles en momentos de bonanza económica, el gobierno quizá debería centrarse en atajar las presiones inflacionistas sobre aquellos, pues de este modo sólo aumentará la demanda de lo que se pueda pagar sin necesidad de un endeudamiento excesivo, y por lo tanto, de aquello menos susceptible de especulación.

Energía (Iberdrola vs EDF), Vivienda (¡la crisis inmobiliaria!), alimentación (los debates sobre el precio de la leche) y comunicaciones (la CNMT) son sectores susceptibles, a mi modo de ver, de una fuerte regulación a nivel de precios, mientras que todo lo referente a nuevas tecnologías y aquello que supone, por así decir, un confort excepcional, ha de fomentarse dejándolo crecer con libertad.

La cuestión es que económicamente, la especulación sobre productos o servicios primarios daña directamente a la economía, mientras que la creación de productos secundarios la sanea, la cura de sus heridas anteriores, agiliza la mente humana, en fin… nos mejora la vida.

La era de la revolución tecnológica

Al hilo del anterior comentario, y una vez más reflexionando sobre la operación OPA energética, una serie de pensamientos me llevaron a concluir que “con el pan nuestro de cada día no se juega”.

Esta perogrullada la escuché este fin de semana de un ilustre personaje, responsable de, digámoslo así, una de las mayores, si no la mayor, sala de espectáculos del mundo. Hablando de los costes en los que incurrían, señaló el de seguridad, en el cual, como “puedes imaginar, no podemos ni debemos escatimar ni un solo euro”.

Al principio me limité a asentir sobre la afirmación como lo que era, una perogrullada. Pero ayer, tras darle unas cuantas vueltas al asunto Iberdrola, tras sofreirlo con mi experiencia en los países escandinavos e intentar dar una explicación “razonable” a todo el asunto llegué a la conclusión de que “con la energía no se juega” o como este señor comentó con la energía “como puedes imaginar, no podemos ni debemos escatimar ni un solo euro”.

Y así es. Todo producto que supone una necesidad primaria de todos los ciudadanos (pan, techo, seguridad, energía…), al entrar en el llamado mercado de libre competencia, han de llegar a un techo, necesariamente, que es el de la demanda. Demanda que, en estos casos, acaba cuando la necesidad queda cubierta.

En el llamado modelo del bienestar, welfare state, el estado vela por el suministro de esta demanda. Y los ciudadanos emplean sus neuronas en la producción o creación de valores añadidos. Es por esto por lo que Finlandia se encentra a la cabeza de la revolución tecnológica. Países como éste centran sus energías en desarrollar lo mejor que puede la mente humana dar: Un finés creó linux, un finés creó nokia, suecos, etc... Y lo que sabemos es que la tecnología crea más tecnología, y así exponencialmente. Por esto hemos experimentado un desarrollo inimaginable hace menos de 20 años. Y lo que nos queda por ver, o crear.


Si en España adoptásemos esta dinámica...

lunes, 10 de marzo de 2008

Iberdrola y las reglas del juego

ACS tiene una participación total en Iberdrola, número uno mundial de energía eólica, cuyo valor estimado en el mercado asciende a 46.000 millones de euros, del 12,4%, 7,2 % directo más otro 5,2 % en derivados financieros. El presidente de ACS puso de manifiesto el compromiso de su grupo en el sector energético, y declaró que su objetivo era situarse como un accionista de referencia “en una gran compañía eléctrica de tamaño europeo”, con el objetivo de que la mayoría de sus activos estén en mano de accionistas españoles, aunque no dio más detalles sobre cómo lo haría.

A día de hoy sabemos que ACS había mantenido contactos con la francesa EDF, con participación del estado francés, y con otras compañías, para la adquisición conjunta de Iberdrola. El jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, según el Financial Times, estaban al corriente de estas operaciones y acordaron impulsar la interconexión eléctrica entre ambos países. Más adelante especificaremos las normas por las que España rige la interconexión eléctrica en la actualidad.

Nos encontramos ante el siguiente escenario. La empresa francesa EDF, en la cual, el Estado francés ostenta, con independencia de las acciones que posea en ella, una posición privilegiada en la gestión y administración de la sociedad, al margen del derecho común de sociedades anónimas. Así, de un total de 18 miembros del consejo de administración, el Estado francés nombra directamente por decreto a seis consejeros, al presidente y al consejero delegado, teniendo además la facultad de designar entre uno y cinco apoderados. Además, designa a otros seis consejeros a través de la junta general, controlada también por el Estado. A su vez, el Estado francés controla el 84,9% del capital de EDF, del que un 70% está excluido del mercado de valores francés.

La gala EDF no es susceptible, por la opción de oro del estado francés, de ser “privatizada”, como bien indica Jiménez-Blanco hoy en Expansión. Estimo que esto se debe al hecho de ser un “servicio de interés general o público”, a la vez que sí que lleva a cabo un intento de compra de la española Iberdrola.

Nos encontramos, de hecho, ante el caso, de dos modelos económicos totalmente antagónicos (empresa pública vs. empresa privada), regidos por normas de eficiencia y rentabilidad absolutamente distintas, ambos totalmente legitimados dentro del mismo entorno (la Unión Europea) y enfrentados en desigualdad de condiciones. ¿Los árbitros de este partido?: Las entidades reguladoras.

Las entidades reguladoras han de velar especialmente por definir las reglas para la gestión y asignación de la capacidad de interconexión, dentro de las cuales se encuentra la de asegurar, en pro de un mercado competitivo, la eliminación de barreras de entrada al mercado, ya vengan en forma de “economías de escala adquiridas”, que faciliten la formación de oligopolios por parte de los denominados operadores dominantes. Como en el caso de las telecomunicaciones, la ventaja adquirida por aquellos operadores cuyas infraestructuras les permiten aumentar su capacidad de interconexión a un coste que de hecho supone una barrera de entrada para los “newcomers”. Situación aún más preocupante cuando estas barreras comienzan en las arcas públicas en forma de empresas participadas por el sector público.

Asimismo han de establecer los mecanismos para resolver las situaciones de congestiones existentes en cada sistema nacional, dentro de los cuales está la efectiva creación de un espacio energético europeo, aún por desarrollar, y que España comienza a articular a través del MIBEL, para más tarde, esperemos, abrirse a otros países de la UE. Aunque, como vemos, el recién renovado presidente del gobierno ha estimado oportuno considerar la apertura a Francia, sin tener, por lo visto, en cuenta una serie de factores económicos decisivos, que más adelante analizaremos.

Las entidades reguladoras aseguran el nivel de transparencia y competencia necesarias para preservar la competitividad del mercado europeo. Reflexión que viene al caso: mientras haya operadores participados por lo público, no es posible la libre competencia a nivel comunitario.

En España la CNE ya ha hablado acerca de esta operación. El Objetivo de la CNE es velar por la competencia efectiva, objetividad y transparencia del funcionamiento de los mercados energéticos, con el fin último de preservar los intereses de los consumidores. En este sentido, se les atribuye a las autoridades regulatorias la potestad de exigir modificaciones “expost” sobre las tarifas establecidas. Lo cual limitará a cualquier entidad operante en el mercado de la energía, la imposición de tarifas por encima del nivel competitivo.

A nivel Comunitario (UE) tenemos la CEER cuyos objetivos fundamentales son los siguientes:

• Promover el desarrollo de mercados interiores de la electricidad y el gas de un modo eficiente y en situación de competencia. Por lo que el tema de la operativa de empresas energéticas de distinta estructura “económico-financiera” (participación publica vs. participación privada) está en el ámbito de actuación y análisis, a Nivel Europeo, de la CEER.

• Contribuir a la mejora y avance de la regulación.

• Facilitar el intercambio de información y experiencias entre los reguladores.

• Servir de plataforma para la cooperación con las instituciones europeas y, en particular, con la Comisión Europea.

• Promover la cooperación con otras asociaciones internacionales de reguladores (la asociación de reguladores de EEUU (NARUC), la asociación de reguladores del Sudeste de Europa (ERRA), entre otros

• Intentar desarrollar políticas comunes entre los miembros cuando proceda. Caso en el que nos encontramos, a mi modo de ver.

En la Disposición Adicional tercera del Real Decreto-Ley 6/2000, de 23 de junio, de Medidas Urgentes de Intensificación de la Competencia en los Mercados de Bienes y Servicios se definine el concepto de “operador dominante” en el sector de la energía:

“Tendrá la condición de operador dominante en los mercados o sectores energéticos toda empresa o grupo empresarial, definido según lo establecido en el artículo 4 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores, que tenga una cuota de mercado superior al 10 por ciento en cualquiera de los siguientes sectores:

a) Generación y suministro de energía eléctrica en el ámbito del Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL).

b) Producción y distribución de carburantes.

c) Producción y suministro de gases licuados del petróleo.

d) Producción y suministro de gas natural. “

El Real Decreto-Ley 5/2005 regula un conjunto de reformas de los mercados energéticos, mediante la adopción de medidas para fomentar un comportamiento más eficiente (en cuanto a productividad) para el conjunto de la economía. Se establecen obligaciones regulatorias respecto al operador dominante que faciliten el desarrollo de una competencia efectiva en estos mercados. En concreto establece obligaciones o limitaciones asociadas a la figura del operador dominante.

A la vez la modificación del artículo 13 de la Ley 54/1997 establece que las adquisiciones de energía en otros países comunitarios fuera del ámbito del Mercado Ibérico de la Electricidad o en terceros países no podrán ser realizadas por los operadores que tengan la condición de operadores dominantes en el sector eléctrico. Éstos, accediendo libremente a la capacidad de interconexión, podrían desarrollar estrategias capaces de disminuir aún más la presión competitiva a la que se enfrentan por parte de otros agentes. Aquí es donde entran las conversaciones entre los presidentes español y francés, al margen, de hecho, de la vigente legislación.

De esta forma, se establece la posibilidad de implantar un impedimento formal a todos los operadores dominantes en el ámbito del MIBEL para acceder a la capacidad de interconexión, especialmente en el sentido importador para el espacio peninsular. La limitación sería de aplicación a aquellos operadores dominantes que legalmente puedan acudir a las subastas de capacidad de interconexión, en consecuencia, será de aplicación a los generadores y suministradores que integren las respectivas relaciones de operadores dominantes, entre los que se encuentra Iberdrola, y por lo tanto, en caso de adquisición por parte de la francesa EDF, a esta misma.

En la situación actual, el ejercicio de la actividad importadora sin limitación podría provocar situaciones que perjudicasen el desarrollo conjunto del Mercado Ibérico, incrementando el riesgo de refuerzo del poder de mercado de los operadores dominantes, mediante el aumento de su poder de compra a través de la importación, constituyendo una barrera a la entrada de nuevos operadores en los mercados locales.

Por lo que si lo que se propone es la efectividad económica a través de la libre competencia en el mercado europeo, tanto la CNE como la CEER, en calidad de órganos reguladores no pueden ni deben permitir las operaciones de un operador dominante participado por lo público (en régimen de predominancia competitiva) sobre sociedades privadas sin participación pública.

Las sociedades públicas se mantienen en pro del servicio de interés general. En cuyo caso, la UE deberá de mantener esta definición para todo el ámbito europeo, y no para un solo país en detrimento de los demás miembros. Cuando una empresa pública lo que hace, a nivel europeo es dañar el servicio de interés general europeo para beneficio de uno de los estados miembros, la necesidad de estar participada por el gobierno desaparece, y aparece la obligación de liberalizar el Mercado Europeo.