domingo, 16 de marzo de 2008

Tres ideas actuales

Nos encontramos actualmente en un momento realmente "preocupante" debido a la sensación generalizada de inestabilidad económica de nuestro país y a nivel mundial.

No hace falta volver a enumerar los campos "críticos", por lo que limitarse a proporcionar algunas luces puede ser suficiente. Mi visión es absolutamente positiva.

La energía, producto del cual dependemos todos, se encuentra en entre continuar su andadura privada, o entrar a formar parte de aquellos productos de intervención directa de un gobierno, y por lo tanto, susceptibles de deshacer definitivamente el proyecto de liberalización del sector energético en el que nos encontrábamos. La contrucción y el desarrollo inmobiliario nos preocupan por la falta de liquidez del mercado. Falta de liquidez en la cual hemos decidido irrumpir inyectando fondos públicos.

¿Qué más? Mucho más. Pero tenemos las herramientas necesarias para paliar "la crisis":

En primer lugar, y volviendo a la operación Iberdrola y EDF, hace unos días lancé una pregunta a una persona con conocimiento de la situación: "En cualquier caso, ¿cual es el futuro?". "Mientras que la energía, como las telecomunicaciones, esté basada en una red de distribución, nos encontraremos ante la imposibilidad de liberalizar el mercado.

El modelo propuesto se basa en la eficiencia económica. En primer lugar los bienes de necesidad universal son susceptibles de regulación a nivel de precios, y de suministro. A nivel de suministro el estado (los ciudadanos) habrán de adquirir toda la red de infraestructuras, dejando la comercialización de la energía a la libre competencia, bajo ciertas normas relativas a las tarifas que aseguren un suministro universal.

En este caso, las telecomunicaciones, la energía, el gas etc... alcanzarían la tan ansiada eficiencia económica.

En segundo lugar, el modelo propuesto, que por supuesto no es nuevo, se basa en que el único capital en el que se ha de invertir para alcanzar una economía eficiente es el capital humano. Cualquier inversión por parte de los ciudadanos en educación, en formación, en capital humano, irá en pro del desarrollo de la economía de una forma eficiente.

Chamberlin, con su teoría de la competencia monopolística, nos enseñó que los productos, por su diferenciación, son monopolísticos a CP y competitivos a LP. Sólo la capacidad continua de innovación hacen que estos productos se diferencien de nuevo en el CP y así ofrecer a los ciudadanos un rango de productos y servicios diferentes e innovadores. La innovación es la tabla de salvación de la economía. Y por lo tanto llegamos a la misma conclusión: la inversión en capital humano es del todo económicamente eficiente.

Y por último. Por favor, abramos nuestras puertas, y ofrezcamos nuestros activos no realizables a corto plazo, pero realizables a largo y con alta rentabilidad, a aquellos inversores que actualmente gozan de superávit y quienes desean diversificar su cartera, como nosotros salir de un estado de solvente falta de liquidez. Así no habrá estallido de ninguna burbuja si sabemos realizar bien la permuta de activos. Ya se habla del interés de los fondos soberanos de países incluso emergentes, en el mercado inmobiliario español, E Arabes, Rusia, los países Bálticos, etc... nos pueden dar la liquidez necesaria (participacion en sus sociedades) a cambio del lastre actual que no nos deja maniobrar.

En resumen, pues han sido muchas ideas:

1 Productos y servicios universales: Suministro en propiedad del estado y precios regulados.
2 Inversión en capital humano: por parte del estado en educación e investigación, por parte de las empresas en I + D + I, para lograr la necesaria eficiencia en un economía como la nuestra.
3 Permutas de solvencia por liquidez.

Basta por hoy.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Olvidamos que el gran deficit español no sólo es de tecnología sino también de energia. ¿Qué energía puede controlar el Estado Español y por ende su precio? La energía y su precio depende en gran medida del precio de la energía en el exterior, del barril del crudo y de los gaseoductos de los que se alimentan las centrales térmicas. Habrá que plantearse por tanto educación y energía nuclear, porque por mucho que digamos la energia eólica o solar no nos da. Pero como la energía nuclear es un tema tabú, moriremos pobres o en nuevo AlAndalus

Villagran dijo...

El petróleo ha demostrado ser el ejemplo por excelencia de un bien de mercado en competencia monopolista a largo plazo. A corto plazo, dada la inelásticidad de la demanda del petroleo y de otras energías, así como el hecho de ser un recurso controlado, el precio del crudo puede ser elevado muy por encima de su nivel de equilibrio, mientras que a LP, por diversos factores - innovacion y búsqueda de sustitutos, incursión en el mercado de nuevos competidores, ventaja competitiva de otros países en productos de similar naturaleza, como es el caso de la construcción - llevan al barril a entrar en un mercado de competencia, en primer lugarr en precios, hasta el momento en que otro sustituto diferenciado (energía renovable o nuclear por ejemplo) se alce con la hegemonía y vuelva a lanzar los precios energéticos al alza. Siempre en el corto plazo.